La situación de violencia generada en el Aguán es producto de un problema estructural no resuelto en Honduras y una expresión de la necesidad de los profundos cambios que requiere el país para que las mayorías gocen efectiva y plenamente de sus derechos humanos.
Con el golpe de estado político-empresarial-militar ejecutado el pasado 28 de junio de 2009 contra la institucionalidad del Estado de Honduras, se incrementaron las muertes, las persecuciones, las amenazas y las intimidaciones en contra de unas 3 mil 500 familias campesinas que reclaman tierra para vivir con dignidad.
En los últimos meses se ha intensificado la represión por diferentes medios: vuelos rasantes de helicópteros y aviones, comandos armados cruzando amenazadoramente poblados indefensos, captura, tortura y cuatro asesinatos de campesinos afiliados al Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA). Y el inevitable enfrentamiento ha producido la muerte de guardias de seguridad de los terratenientes, de acuerdo a reportes de la policía.
Esta agresión armada es acompañada por una campaña sistemática de los medios de comunicación controlados por los grupos de poder, con el fin de justificar las incursiones violentas contra los asentamientos campesinos y desprestigiar la lucha reivindicativa de MUCA.
La Plataforma de Derechos Humanos, ante el conflicto entre campesinos y terratenientes en la zona del Bajo Aguán, insta a la comunidad internacional y a organismos de derechos humanos internacionales para que presionen al actual régimen que dirige Porfirio Lobo Sosa, con la finalidad de que cese la violencia y encuentre soluciones inmediatas a la causa que origina la crisis.
Debe frenarse la campaña mal intencionada y desinformativa desatada por los empresarios Miguel Facussé, René Morales y Reynaldo Canales que haciendo apología al odio, ponen en peligro la integridad y las vidas de las familias campesinas asentadas en esa región y de miembros de organizaciones que se solidarizan con esta lucha emprendida por MUCA.
Demandamos una solución definitiva al conflicto que pasa forzosamente por resolver el problema de la inequidad en la distribución de la tierra y otros recursos productivos.
Tegucigalpa MDC 15 de marzo de 2010
